Descripción
Una república que no puede ni celebrar elecciones es una república enferma, y parece que Roma lo está de gravedad. La ciudad lleva más deu n año sin elecciones ni gobierno, y aunque patricios y plebeyos afirman estar hartos del caos, las revueltas y las batallas callejeras, muchos son quienes están sacando partido de la situación, incluidos algunos prestigiosos e insignes romanos que saben guardar muy bien las apariencias.