Descripción
Introduccion de Francisco Jose Alcantara. Pocas veces como en el Decameron siente el lector el ramalazo de una ráfaga de aire fresco que limpia su imaginación de polvo y escorias: ni los peores pensamientos resisten a esta gracia inimitable que, paradójicamente, pone las bases de una moral que es, en fin de cuentas, la de todos los enxiemplos en que tanto abundan las literaturas medievales y que no pocas veces turban esta obra moral nuestra más formalista y también, admitámoslo con humildad, algo más hipócrita.