Descripción
No se me oculta mi difícil situación, llamado a presidir este hogar de los jurisconsultos, no siéndolo yo. El mal trance se agrava habiendo de suceder a don Felipe Clemente de Diego, maestro de maestros, insuperable investigador, eruditísimo exégeta, cumplido ministro, en fin, de las ciencias que en esta Casa son secularmente cultivadas.