Descripción
Esther Tusquets se reveló en 1978 con El mismo mar de todos los veranos como una notable narradora de una inteligencia poco frecuente en el uso de las modernas técnicas narrativas y una escritura sutil espléndidamente elaborada de un refinado lirismo. Era aquella la primera obra de una trilogía que continuó con El amor es un juego solitario y concluye en Varada tras el último naufragio. Cada una de estas novelas puede leerse por separado y con total independencia de las otras pero todas obedecen a un mismo propósito la exploración del tema del amor despojado de condicionamientos morales o religiosos y en toda su complejidad un sentimiento que tanto puede ser exaltación dionisíaca como culto a la belleza con una terrible y sabia conciencia de su fugacidad pero también de que «cuando nos deja la muerte nos alcanza».271 PAGINAS