Descripción
Era un jueves del mes de enero de 1910. Las tardes de los jueves no teníamos colegio. Por el mes de enero, en Madrid, no suele fallar unos días, pocos, desde luego, en los que el sol se las echa de primaveral y se abraza a las calles madrileñas como un enamorado privado cierto tiempo del disfrute de su amor.