Descripción
El caballero, cristiano y español; la mujer, recatada y hacendosa; el rojo, ladrón y asesino; los indios de las pelis, además de tontos, desagradecidos: eso sí, para verlos había que tragarse antes el Nodo, donde siempre salía aquel señor inaugurando pantanos o debajo de un palio… Parece que hace tanto y, en realidad, fue anteayer.