Descripción
Estoy en el cuarto del polo norte de la casa, en el que he dormido, salvo las temporadas de verano o por alguna razón extraordinaria, todas las noches de mi vida, compartiéndolo, hasta que entró en la Academia de Artillería, con mi hermano Rafael, incluso durante las largas infecciones de la infancia, que las pasábamos juntos, cuando el doctor Carreras convertía este cuarto en un sanatorio donde nos aislaba y no podía impedir, si era un crudo invierno carpetovetónico, la calefacción de un brasero que estuvo cierta vez a puntos de asfixiarnos…