Descripción
Judith Rashleigh nos ha demostrado cómo, gracias a su trayectoria sangrienta, ha podido pasar de ser una becaria explotada en una casa de subastas a convertirse en una marchante de arte internacional. Sí, Judith ha dejado una estela de sangre en su camino, pero su nueva vida como galerista en Venecia, rodeada de elegancia y codicia, representa todo lo que siempre ha querido ser. Y, además, a puerta cerrada, la alta sociedad ofrece un montón de lujuriosas actividades de las que Judith continúa disfrutando.