Descripción
Era el año de gracia de 1775, tiempo de buenas y de malas cosas, de sabiduría y necedad, de crédulos y suspicaces, de Luz y Tinieblas… Mientras los franceses pugnaban en su revolución contra Luis XVI, el cielo concedía a Gran Bretaña el disfrute de mensajes ultraterrenos: un profeta anunciaba que el día en que mistress Southcott alcanzara los veinticinco años, las fuerzas del abismo se tragarían a Londres y Westminster.