Descripción
Rouen, 1850. El joven Jacques Angot, iniciado por su padre en el arte de las vidrieras y en su simbología, se convierte en maestro vidriero. Con su espíritu de vanguardia, se lanza a la creación de un estilo de vitrales en el que la intensidad del color se convierte en una ventana abierta a la luz divina.