Descripción
Freud previó en varias ocasiones que el psicoanálisis hallaría su verdadera tierra de promisión en Norteameérica. La buena acogida que se le dispensó en 1909 en la universidad de Worcester, en contraste con la hostilidad crónica que en Viena se cernía hacia su persona y su obra, está en el origen de esta apreciación.