Descripción
Entre enero y junio de 1682 Juan Cantueso preso en Cádiz relata su agitada vida desde la infancia al bachiller Román de Irala que será el encargado de divulgarla por escrito. Hijo de una indigente y de un clérigo su espíritu aventurero lo lleva hasta Venecia y Sevilla donde se sirve de sus malas artes para medrar. Sus andanzas incluidas las eróticas continúan en las Indias (Jamaica Puerto Rico y otros lugares). Su alianza con un pirata portugués le permite participar en numerosas refriegas marítimas. De nuevo en España es abandonado por su mujer que se fuga con un militar francés y aunque inocente es encarcelado y juzgado por su colaboración con un pastelero de Cádiz que elabora sus productos con carne humana.