Descripción
De chico y hasta que cumplí los dieciséis años, pasaba la mayor parte de los veranos en casa de mi abuelo, en Lyons, Pennsylvania. Los domingos acostumbrábamos sentarnos en el soportal, y mi abuela hacía tertulia con las personas que volvían a su casa de las iglesias anabaptista, católica y evangelista; y, como todos los chicos, me di cuenta a temprana edad que los mayores no se trataban mutuamente como iguales.