Descripción
Ramón Lamote, profesor de chairego y dibujante de sueños, es ciertamente un pesonaje fuera de lo común; enfrente, el Regidor de la Ciudad es un personaje común, que busca el reconocimiento de los vecinos para su propia gloria. El primero sabe y calla: es el único que se entera de la próxima llegada, seiscientos años después, del Reparante, un animal pequeño como un perro y con forma de dragón, que le hace destinatario de sus secretos, que Lamote nunca desvelará. El Regidor, mientras, presume con la primicia de la aparición.nLamote encandila con su charla en una asociación de mujeres finas sobre el «entomodelfo», animal doméstico inventado por él. Pero es una niña quien al final le enseña su «entomodelfo»: el más hermoso del mundo. Las sorpresas de los días no lo aturden: cuando aparece un tubo que corta el paso en la acera, todos, grandes y mayores, acaban pasando por él. Pero cuando el Regidor se dispone a inaugurarlo, desaparece tan misteriosamente como apareció.También es testigo de los sueños ajenos: él sabe que en la estación hay un hombre que sube y baja a los trenes, como si fuese un eterno viajero.