Descripción
La vida cotidiana está regida por una ley universal: La ley de Murphy. He aquí algunos de sus enunciados: – No se puede saber cuál es la profundidad de un charco hasta que no se ha metido el pie en él. – Si consigue mantener la calma cuando todo el mundo ha perdido la cabeza es que no se entera del problema. – Nada es tan bonito de cerca como de lejos. Adéntrese en las páginas de este libro un antídoto contra el mal humor y … resígnese cuando como era de esperar la tostada se le caiga por el lado de la mantequilla.