Descripción
Sabías que un montón de agujeros pueden parecer un montón de nadas? Eso pensó aquel hombre y decidió comprar todos los quesos de la tienda. Después de comerse el queso de alrededor guardaba los agujeros en una caja y los coleccionaba. ¿Pero cómo podía hacer algo así? ¡Los agujeros nunca se guardan!