Descripción
Compadre te has cegado por la ambición. No conviene querer subir tan alto. ¿Y para qué compadre? ¿Qué ibas ganando? Imaginas que el Príncipe Verdemar al casarse con la Infantina va a estar mejor que yo siendo su bufón. ¡No lo sueñes! Los peores humores serán para el marido. Y tú que eres rey de los caminos reales y archipámpano de las diligencias ¿qué podías hallar que no tuvieses en este mísero Estado de Micomicón? ¡Se puede ambicionar ser rey del tabaco del cacao del azúcar y de los rábanos! ¡Se puede ambicionar ser rey del petróleo de los diamantes y de las perlas! ¡Se puede ambicionar ser rey de una sierra por donde haya trajín de carromatos mulateros y feriantes!