Descripción
Daoud colgó el arco a su espalda y extrajo de su vaina el largo y curvo saif (…) Nada podía proteger ya a Carlos de Anjou. El príncipe francés no tenía ni tan siquiera la oportunidad de huir. Parecía saberlo. Tenía la espada desenvainada y sujetaba un escudo blanco con una cruz roja. Espoleando a su caballo árabe y gritando el nombre de Dios Daoud corría hacia la victoria.410 paginas