Descripción
Nadie hubiera podido supone que el doctor Martín Beller fuese otra cosa que un joven y brillante patólogo votado a la salvación de vidas humanas. Se trataba de un hombre evidentemente bondadoso concienzudo de gustos refinados capaz de deleitarse en el etéreo mundo de la música sinfónica. Y capaz también de planear minuciosamente y llevar a cabo la más implacable y feroz de las venganzas.