Descripción
Antígona fue representada en Atenas el año 442 a. C. y recrea una instantánea del atormentado ciclo mitológico de Tebas. Esta tragedia ejemplifica cómo el poder político y su concepción deben ser lo suficientemente coherentes como para que sus decisiones no choquen ni con las leyes no escritas defendidas por Antígona ni con el consenso de los ciudadanos tal y como propone su prometido Hemón ni con la codificación oficial de las relaciones divinas que representa el adivino Tiresias.