Descripción
Yo he tenido en el cuenco de mi mano esas cenizas. Suavemente, con amorosa timidez, soplé en ellas y creí percibir aún calor de rescoldo, reverberos de brasas. Me pareció ver que, entre las grises cenizas de materia ya extinta, a veces saltaban también al aire tenues pavesas que destellando un instante se convertían muy luego como en humildes lucecillas de luciérnaga.