Descripción
Por encima de cualquier otra consideración, las andanzas africanas de Livingstone dejan constancia de una gran verdad: los primitivos, que obedecen, lo mismo que los civilizados, a una larga serie de normas convencionales, más o menos sinceramente asumidas, terminales, más o menos sinceramente asumidas, terminan por distinguir entre los que llegan hasta ellos para dar y los que llegan para arrebatar.