Descripción
J. D. Álvarez se ha desparramado sentimentalmente en este bonito y entrañable acercamiento a su paternidad primeriza y no es de extrañar ya que nada hay más emocionante que tener un hijo. Y hablo de sentimientos porque el librito que tienen entre las manos no es un texto a lo Tolstoi que busca las verdades eternas y bucea en las profundidades insondables de la mente humana sino la expresión gráfica de lo que significa el amor a un hijo como fuerza arrolladora que transforma todo a su paso derrumba nuestra naturales censuras y nos hace ver la vida con una sinceridad brutal.