Descripción
Antón Chejov está inmerso en una inquietud de contenido religioso atormentado por una verdad que percibe intuitivamente pero que está lejos de conocer. El arte maravilloso de Chejov consiste en una mágica eliminación de todo lo que no es indispensable quedándose en la estricta línea de luz donde unas palabras y unas pocas frases nos hacen comulgar con una situación humana no con un problema ni con un tipo ni con un planteamiento argumental quedándose deliberadamente en cierta superficialidad sonriente con su melancolía sin conclusiones ni moralejas.