Descripción
Saddam Hussein encaja perfectamente en la sangrienta historia de Irak, repleta de gobernantes brutales que acabaron siendo víctimas de su propio poder ilimitado. Y, sin embargo, Saddam es un caso aparte: ninguno de sus antecesores en Bagdad ha fascinado, indignado y, en ocasiones, asustado tanto como él a la comunidad internacional.