Descripción
Nombrado inquisidor general de Aragón a la temprana edad de treinta y ocho años el padre de Nicolás Eymerich fue convocado por el prior de los dominicos de Carcassone para llevar a cabo una importante misión erradicar una extraña secta herética ubicada en Castres la de los denominados masc dedicada a profanar la sangre y a propagar una terrible enfermedad que se extendía a través de las venas y levaba rápidamente a la muerte. La enfermedad que se propagó con asombrosa rapidez a lo largo del siglo XIV era conocida como la Muerte Roja. Gracias a sus métodos crueles y sanguinarios el padre Eymerich consiguió llevar a cabo su misión con éxito pero dejó tras de sí un rastro diabólico.