Descripción
Gracias a Dios, mosqueteros míos, o vuestros, jueces de los aplausos cómicos por la costumbre y mal abuso, que una vez tomaré la pluma sin el miedo a vuestros silbos, pues este discurso del Diablo Cojuelo nace a luz concebido sin teatro original, fuera de vuestra jurisdicción; que aun del riesgo de la censura del leerlo está privilegiado por vuestra naturaleza, pues casi ninguno de vosotros sabe deletrear.