Descripción
El laberinto de las aceitunas sitúa nuevamente en el centro de una espiral de intriga al detective manicomial y paródico que protagonizaba El misterio de la cripta embrujada. No es menos deslumbrante aquí que en sus obras anteriores la capacidad del autor para la escritura que contiene en sí su propia caricatura a la vez que la caricatura de un género y en él de una sociedad y de sus diversas áreas de lenguaje. Pero aguzada por el dédalo de una peripecia que se bifurca y multiplica en ramificaciones sorprendentes e insólitas la imaginación narrativa de Mendoza va esta vez todavía más lejos: en triple salto mortal de funámbulo sonámbulo el narrador-detective llega por la distorsión de la peripecia policial no ya al reino del humor y el absurdo sino al de la libérrima fabulación que roza tras lo esperpéntico el área del prodigio surreal.