Descripción
Los medios masivos de información nos hacen saber a diario que existe una crisis energética, determinada por la escasez de petróleo provocada en los países productores. En realidad preetnden disimular con ello dos hechos notorios: por un lado, el desplazamiento de las fuentes de materia prima de los países centrales al Tercer Mundo y, por otro, que los monopolios del petróleo, ahora convertidos en verdaderos pulpos energéticos, no se hallan satisfechos por el nivel de ganancias, nada desdeñables por cierto, alcanzando a través de sus operaciones.