Descripción
Fiona Glass quiere dejar de ayudar a la policía. No puede más. Es la mejor en lo que hace y todo el mundo se lo dice pero a veces es demasiado. Su trabajo consiste en sacar retratos de los culpables a través de las descripciones que le cuenta un testigo o víctima. El problema principal es que esa persona suele estar tocada ya sea porque ha sido víctima del agresor o porque le han amenazado o porque es un niño pequeño. Tiene que andarse con cuidado y eso la agota. Aquí es donde entra Jack que es policía de un pueblo y lleva años tratando de encontrar a un asesino en serie que coge a niñas adolescentes. Ella no quiere pero termina aceptando el caso debido a la insistencia de Jack. Nunca ha sido buena idea mezclar la vida personal con la laboral y éste es un buen ejemplo.