Descripción
Allá por el año 1200 Madrid era una villa con su fuero para que los ricos y los pobres vivan en paz y salud. En él se dictaban curiosas normas, como ésta que se refiere a lo que debe pagarse a los juglares de gesta, habituales tañedores de un instrumento llamado cedra: Todo cedrero quod venerit a Madrid cavalero et in conseio cantare, et el conzeio fore amenido…