Descripción
Siempre la misma canción. Kay escuchó estas palabras en la mansión de los Carrington cuando sólo era una niña y, aunque entonces no comprendió su significado, se le grabaron a fuego en la memoria. Muchos años más tarde, cuando se casó con el heredero de esta acaudalada familia, esa frase fue cobrando un sentido aterrador.