Descripción
Tengo en la cabeza bandadas de perdices rojas;barras interminables y obssesivas.Desde que mi entrañable amigo Alfonso de Borbón y Pérez del pulgar me invitó a prologar-con permiso de sus autores- la obra presente, mis pensamientos se han tornado desesperadamente uniformes.Y todos acaban en la perdiz; el cobrador de la luz es una perdiz,perdiz todo aquel que me rodea y valiente perdiz el deudor que me huye -dicho sea sin afán de insistencia-con la trepidante agilidad de la perdiz.