Descripción
Si es cierto que le style c´est l´homme entonces lo que tenemos en George Orwell no es de ninguna manera el santo mencionado por V. S. Pritchett y Anthony Powell. En el mejor de los casos puede afirmarse aunque sea de parte de un admirador ateo que tomó algunas de las virtudes supuestamente cristianas y demostró como podían ser vividas sin piedad ni convicción religiosa lo que él ejemplifica a través de su compromiso con el lenguaje como compañero de la verdad es que los puntos de vista en realidad no cuentan.