Descripción
Hay en el movimiento cultural de nuestro tiempo una exigencia que se impone a cualquier tarea: la brevedad. Cuando en el siglo XIX se acometió la empresa de publicar Los monumentos Arquitectónicos de España, ello fué en enormes infolios, abundantísimos en litertura nada concisa, dirigida, naturalmente, a una minoría de eruditos y estudiosos.