Descripción
Cuenta la leyenda que el Arca de la Alianza era un arcón de oro ornamentado que servía para comulgar con Dios y a la vez era una terrible arma usada contra los enemigos de los antiguos israelitas. Para utilizarla el sumo sacerdote debía llevar puesto un pectoral con doce piedras preciosas sagradas engarzadas las llamadas Piedras de Fuego. Estos objetos se guardaban en el Gran Templo de Jerusalén hasta que desaparecieron tras la invasión babilónica del año 597 a.J.C.