Descripción
Madrid fue primero burdel que Corte. Ciudad matriz, centro de todos nuestros pecados, refugio de nuestros pecadores. Madrid ha sabido arder en sus pasiones; su pueblo ha gustado folgar en las riberas del Manzanares, en los parques, en los barrancos, en las esquinas de sus callejones, en el interior de sus mancebías, en sus palacios y en la sombra de sus iglesias.