Descripción
Ricardo Macarrón fue un hombre tímido y anárquico en su vida personal pero un pintor de técnica precisa y disciplina en su estudio. Un hombre que con el corazón llegaba al alma de sus modelos y con la cabeza al parecido. Pero era mucho más que un retratista: era un amante de la figura humana un apasionado del rostro un estudioso de las facciones así como un atrevido innovador del color y del paisaje abstracto que revolucionó la pintura de la España de los años cincuenta.