Descripción
Eugène-François Vidocq huyó de casa a los 16 años tras robar la caja de la panadería de sus padres. A partir de ese momento su vida es un catálogo de virtuosismo: espadachín aficionado al alcohol las mujeres y los duelos presunto homicida fugitivo soldado desertor contrabandista preso y prófugo carterista y estafador profesional. En definitiva una carrera asombrosa que lo convirtió en el delincuente más buscado de Francia. Y aun así cuando parecía que no podían quedarle más trucos en la manga sorprendió a todos con su decisión de redimirse y utilizar su exhaustivo conocimiento de los bajos fondos para ayudar a la policía. Fue el primer jefe de la Seguridad Nacional desarrolló novedosas técnicas de investigación que le han valido el reconocimiento como padre de la criminología moderna y fundó la primera agencia de detectives privados