Descripción
Al final de la Antigüedad, la palabra Occidente había vivido ya una larga existencia en el curso de la cual había tomado las más variadas acepciones. Sin embargo, para un contemporáneo de Constantino o de san Agustín las cosas estaban claras: en el Imperio, Occidente era la esfera de la lengua latina por oposición a Oriente, ámbito de la lengua griega.