Descripción
Juan Pablo II ha señalado como la tarea más necesaria para los cristianos del tercer milenio distinguirse ante todo en el arte de la oración y convertir las comunidades cristianas en auténticas escuelas de oración y cita expresamente en la carta apostólica Al comienzo del tercer milenio a Santa Teresa de Jesús como testimonio espléndido de la unión con Dios y de la eficacia evangelizadora que la vida de oración produce en las almas.