Descripción
Cada libro de Martín Descalzo, en esta dorada plenitud de sus años cincuenta, es una fruta en su punto.Viendo,palpando o gustando un melocotón rozagante o una naranja esplendorosa, he pensado muchas veces que cualquiera de estas piezas demuestra por sí sola la existencia de Dios.Es como una sexta «via» sobreañadida a las cinco clásicas de Santo Tomás.