Descripción
¡A las armas! ¡Que no quede franchute vivo! Es la mañana del 2 de mayo de 1808 y los gritos que recorren Madrid llaman a la revuelta. Un insensato conato de rebelión contra la ocupación napoleónica, cuya fatídica suerte se acabará escribiendo con la sangre derramada por decenas de valientes hombres y mujeres del pueblo.