Descripción
Álex decide no salir de su casa. Cierra la puerta y el mundo queda fuera. Acumula carnes y pescados en el congelador, y se entretiene día tras día con elucubraciones acerca de prejuicios y tópicos recurrentes de nuestro tiempo. No es un chiflado. Tampoco un excéntrico. Simplemente, dice: me cansé de interesarme por las cosas de los demás y de que nadie preguntase por las mías.